¿Quién decía que las cámaras acuáticas eran un nicho de mercado sin mucho interés? Pues yo creo que se está poniendo muy interesante. Con fecha de lanzamiento octubre de 2009 tenemos una nueva cámara disponible de este tipo, la General Electric G3WP, comercializada a través de su marca General Imaging. Si eres un espeleólogo o barranquista no te molestes en ir corriendo a la tienda y sigue leyendo.
La que vemos aquí es una cámara moderna, con mucho estilo y pequeña, con tecnologías de última generación, como la detección de sonrisa y la escena automática, que además tiene la característica de ser sumergible a 3 metros y poder hacer fotos bajo el agua. Pero dichas prestaciones sin embargo no son demasiado interesantes si la comparamos con sus hermanas mayores, que podéis ver en mis anteriores comparativas de cámaras todo-terreno: no hay mención ninguna a su resistencia a golpes, y a pesar de llevar un CCD de 12 Megapixels no va acompañado de estabilizador de imagen óptico (sólo electrónico, normalmente de muy poca utilidad) ni de óptica ancha, sólo un objetivo de tipo dedo (justo en el sitio donde podrás el dedo para sujetarla), con un buen zoom 4x de 38-152mm equivalentes, y apertura máxima de 3.5, lo que no es para nada malo, pero que no nos añade nada a lo que ya teníamos; así que la Panasonic Lumix DMC-FT1 sigue siendo mi preferida: sumergible 3 metros, resistente a golpes, óptica ancha de 28mm, apertura máxima 3.3 y estabilizador óptico.
Lo que nos añade sin duda es movimiento en el mercado, porque su precio por debajo de los 200 euros la convierte es una estupenda cámara de piscina, pero yo no haría cuevas o barrancos con ella...
La que vemos aquí es una cámara moderna, con mucho estilo y pequeña, con tecnologías de última generación, como la detección de sonrisa y la escena automática, que además tiene la característica de ser sumergible a 3 metros y poder hacer fotos bajo el agua. Pero dichas prestaciones sin embargo no son demasiado interesantes si la comparamos con sus hermanas mayores, que podéis ver en mis anteriores comparativas de cámaras todo-terreno: no hay mención ninguna a su resistencia a golpes, y a pesar de llevar un CCD de 12 Megapixels no va acompañado de estabilizador de imagen óptico (sólo electrónico, normalmente de muy poca utilidad) ni de óptica ancha, sólo un objetivo de tipo dedo (justo en el sitio donde podrás el dedo para sujetarla), con un buen zoom 4x de 38-152mm equivalentes, y apertura máxima de 3.5, lo que no es para nada malo, pero que no nos añade nada a lo que ya teníamos; así que la Panasonic Lumix DMC-FT1 sigue siendo mi preferida: sumergible 3 metros, resistente a golpes, óptica ancha de 28mm, apertura máxima 3.3 y estabilizador óptico.
Lo que nos añade sin duda es movimiento en el mercado, porque su precio por debajo de los 200 euros la convierte es una estupenda cámara de piscina, pero yo no haría cuevas o barrancos con ella...