Aun a riesgo de ser acusado de ser protestón profesional, aquí va el post de hoy:
Hoy ha llovido todo el día en Madrid, y he tenido la ocasión de ver a varios coches en la M-40 con las luces anti-niebla encendidas. Claro, es que llovía mucho, y eso reduce la visibilidad. Uno de ellos me ha adelantado circulando a velocidad superior a la máxima de la vía (100 Km/h), y a pesar del mucho tráfico que había, se le distinguía perfectamente entre la hilera de coches a medida que se iba alejando, gracias a su brillante faro trasero anti-niebla... para mí eso es un contrasentido: poder circular a velocidad superior a la máxima, ser distinguido a cientos de metros entre otros muchos coches, y falta de visibilidad que haga necesarias las luces anti-niebla no son compatibles.
De hecho no hace falta que llueva o que haya niebla para ver todos los días coches con ellas encendidas, da igual que sea en autovía que en ciudad, de día o de noche, pero sí que es cierto que mucha gente no duda en ponerlas en cuanto llueve, y se da el bonito efecto del que he podido disfrutar hoy.
Dicen que la gente no sabe que las lleva encendidas porque su coche no lo señala con la correspondiente lucecita; o sí que lo hace pero les gusta llevar el cuadro de instrumentos como un árbol de navidad; o simplemente, les encanta llevarlas puestas.
Pues bien, se equivocan (no en que les guste, no empecéis...) si piensan que siempre que hay niebla o llueve hay que encenderlas: su uso cuando no son necesarias está prohibido y es sancionable. No es una sanción frecuente, yo diría que incluso menos que las sanciones relacionadas con el tabaco o las cacas de los perros.
Para intentar deducir cuándo hay que ponerlas, reflexionemos sobre lo que molestan y lo que alumbran...
Las delanteras molestan bastante a los que circulan en sentido contrario, porque igual que las largas no apuntan hacia abajo, y en condiciones normales el conductor apenas puede distinguir si las lleva o no encendidas, porque apenas iluminan nada, están colocadas tan bajas que la luz de cruce las apantalla casi totalmente. ¿Cuándo alumbran algo? Cuando hay niebla espesa, pero que muy espesa, de esa que impide ver más allá de tus narices, entonces las luces largas se reflejan en la niebla, y lejos de aumentar la visibilidad, ciegan al conductor; por el contrario, las anti-niebla como están colocadas muy abajo y apuntan en todas direcciones, sí que aumentan, poco, pero hacen, la visibilidad de la carretera, las rayas y la cuneta, permitiendo seguir circulando, pero a muy baja velocidad. En realidad un coche que no las lleve va a poder seguir circulando, porque la condición de niebla espesa es muy extrema y sólo se puede circular a muy baja velocidad, con anti-niebla o sin anti-niebla.
Las anti-niebla traseras cuando no son necesarias molestan al que va detrás, lo deslumbran, porque se colocan muy altas y son muy brillantes. Cuando las condiciones de visibilidad bajan por lluvia, nieve o niebla, encender las luces de cruce es suficiente para ser visto, igual que de noche. La única utilidad de la anti-niebla trasera es cuando la visibilidad sea tan baja que la luz de cruce no se distinga, y por lo tanto un coche que circulara por detrás podría arrollar al coche de delante... pero si el de detrás ve lo suficiente para poder circular más rápido que el de delante, también debería tener visibilidad suficiente para ver sus luces de cruce... por lo tanto, ¡sólo son necesarias para ASEGURARSE ser visto en condiciones de bajísima o nula visibilidad! y en caso contrario, deslumbran al que circula por detrás. Otra forma de llegar a la misma conclusión: si no tienes dificultades para ver al coche de detrás a una distancia suficiente, él tampoco las tiene para verte a ti, y la lucecita de marras sólo molesta.
Moraleja: aunque llueva, nieve, granice o haya niebla, si la visibilidad te permite circular a mayor velocidad que la de una viejecita andando con bastón (y ojo con ellas, que corren bastante), LAS LUCES ANTI-NIEBLA NO SON NECESARIAS. Vale, en serio... ¿qué velocidad es esa? Yo creo que dependerá de la situación y de cada persona, por lo que cada uno deberá aplicar el sentido común y decidirlo sobre la marcha. Eso sí, si los fabricantes de coches o los expertos en seguridad vial llegaran a una cifra que consideraran segura, sería buena idea que el coche pitara si las llevas encendidas y circulas por encima de dicha velocidad, igual que pita si no te pones el cinturón.
Y por supuesto: no se te ocurra intentar "avisar" o "quejarte" a alguien que las lleva puestas dándole las largas o encendiendo tus luces anti-niebla, es inútil: no sabe que las lleva encendidas o está convencido de que las tiene que llevar, así que no se va a dar por aludido. Lo único que podrías conseguir es molestar a alguien con ellas, y de eso precisamente es de lo que estamos hablando, de no molestar.
Hoy ha llovido todo el día en Madrid, y he tenido la ocasión de ver a varios coches en la M-40 con las luces anti-niebla encendidas. Claro, es que llovía mucho, y eso reduce la visibilidad. Uno de ellos me ha adelantado circulando a velocidad superior a la máxima de la vía (100 Km/h), y a pesar del mucho tráfico que había, se le distinguía perfectamente entre la hilera de coches a medida que se iba alejando, gracias a su brillante faro trasero anti-niebla... para mí eso es un contrasentido: poder circular a velocidad superior a la máxima, ser distinguido a cientos de metros entre otros muchos coches, y falta de visibilidad que haga necesarias las luces anti-niebla no son compatibles.
De hecho no hace falta que llueva o que haya niebla para ver todos los días coches con ellas encendidas, da igual que sea en autovía que en ciudad, de día o de noche, pero sí que es cierto que mucha gente no duda en ponerlas en cuanto llueve, y se da el bonito efecto del que he podido disfrutar hoy.
Dicen que la gente no sabe que las lleva encendidas porque su coche no lo señala con la correspondiente lucecita; o sí que lo hace pero les gusta llevar el cuadro de instrumentos como un árbol de navidad; o simplemente, les encanta llevarlas puestas.
Pues bien, se equivocan (no en que les guste, no empecéis...) si piensan que siempre que hay niebla o llueve hay que encenderlas: su uso cuando no son necesarias está prohibido y es sancionable. No es una sanción frecuente, yo diría que incluso menos que las sanciones relacionadas con el tabaco o las cacas de los perros.
Para intentar deducir cuándo hay que ponerlas, reflexionemos sobre lo que molestan y lo que alumbran...
Las delanteras molestan bastante a los que circulan en sentido contrario, porque igual que las largas no apuntan hacia abajo, y en condiciones normales el conductor apenas puede distinguir si las lleva o no encendidas, porque apenas iluminan nada, están colocadas tan bajas que la luz de cruce las apantalla casi totalmente. ¿Cuándo alumbran algo? Cuando hay niebla espesa, pero que muy espesa, de esa que impide ver más allá de tus narices, entonces las luces largas se reflejan en la niebla, y lejos de aumentar la visibilidad, ciegan al conductor; por el contrario, las anti-niebla como están colocadas muy abajo y apuntan en todas direcciones, sí que aumentan, poco, pero hacen, la visibilidad de la carretera, las rayas y la cuneta, permitiendo seguir circulando, pero a muy baja velocidad. En realidad un coche que no las lleve va a poder seguir circulando, porque la condición de niebla espesa es muy extrema y sólo se puede circular a muy baja velocidad, con anti-niebla o sin anti-niebla.
Las anti-niebla traseras cuando no son necesarias molestan al que va detrás, lo deslumbran, porque se colocan muy altas y son muy brillantes. Cuando las condiciones de visibilidad bajan por lluvia, nieve o niebla, encender las luces de cruce es suficiente para ser visto, igual que de noche. La única utilidad de la anti-niebla trasera es cuando la visibilidad sea tan baja que la luz de cruce no se distinga, y por lo tanto un coche que circulara por detrás podría arrollar al coche de delante... pero si el de detrás ve lo suficiente para poder circular más rápido que el de delante, también debería tener visibilidad suficiente para ver sus luces de cruce... por lo tanto, ¡sólo son necesarias para ASEGURARSE ser visto en condiciones de bajísima o nula visibilidad! y en caso contrario, deslumbran al que circula por detrás. Otra forma de llegar a la misma conclusión: si no tienes dificultades para ver al coche de detrás a una distancia suficiente, él tampoco las tiene para verte a ti, y la lucecita de marras sólo molesta.
Moraleja: aunque llueva, nieve, granice o haya niebla, si la visibilidad te permite circular a mayor velocidad que la de una viejecita andando con bastón (y ojo con ellas, que corren bastante), LAS LUCES ANTI-NIEBLA NO SON NECESARIAS. Vale, en serio... ¿qué velocidad es esa? Yo creo que dependerá de la situación y de cada persona, por lo que cada uno deberá aplicar el sentido común y decidirlo sobre la marcha. Eso sí, si los fabricantes de coches o los expertos en seguridad vial llegaran a una cifra que consideraran segura, sería buena idea que el coche pitara si las llevas encendidas y circulas por encima de dicha velocidad, igual que pita si no te pones el cinturón.
Y por supuesto: no se te ocurra intentar "avisar" o "quejarte" a alguien que las lleva puestas dándole las largas o encendiendo tus luces anti-niebla, es inútil: no sabe que las lleva encendidas o está convencido de que las tiene que llevar, así que no se va a dar por aludido. Lo único que podrías conseguir es molestar a alguien con ellas, y de eso precisamente es de lo que estamos hablando, de no molestar.