viernes, 8 de enero de 2010

¿Para qué sirven las patentes?

Hace unos días he colocado en la derecha de mi blog un banner de STOP software patents, una vieja guerra que llevamos por Europa... ese mundo desconocido en el que no se permiten las patentes de software, pero sí de los métodos. Cualquier cosa puede ser vestida de método dándole la redacción adecuada, aunque sea software, teorema matemático, o cualquier otra cosa que no se pueda patentar, y así tenemos patentadas montones de cosas, algunas son genialidades, otras se quedan en trivialidades. Por ejemplo, el doble click está patentado. Dejo a cada cual que decida si es genialidad o sólo trivialidad.

Pero el objeto de este post no son las patentes de software. Son las patentes a secas. ¿El motivo? La patente WO 2009013374, de fecha 18 de julio de 2008, que resumiendo, trata de un "método y aparato" de transmisión de radio a través del suelo.

¿Transmisión de radio a través del suelo? Pero si la radio no se propaga a través del suelo, podría decir alguien y quedarse tan pancho.

Con perdón de mis ex-profesores (¿han pasado ya los 5 años durante los que te pueden revisar y quitar el título de Ingeniero???) de Electricidad y Magnetismo, Campos Electromagnéticos (saludos a Rebo y Manu), Radiación y Propagación, Microondas y Sistemas de Telecomunicación, por la infinidad de simplificaciones y errores de bulto que voy a cometer en las próximas líneas:

Referencias: Revista Andalucía Subterránea nº 18, páginas 22-25.

Todo depende de la frecuencia de la que estemos hablando, querido Watson, de los campos electromagnéticos que has decidido llamar "ondas de radio". La luz es también un campo electromagnético (vaya, me he olvidado de saludar a mis profes de Comunicaciones Ópticas, arghh...) y a nadie se le suele ocurrir llamarla "ondas de radio", en todo caso "rayos de luz que van rebotando por la fibra óptica" (jejeje!! cómo me lo estoy pasando escribiendo barbaridades).

¿Qué quiero decir con eso? Pues que a unos campos que se propagan por el aire y tienen una determinada frecuencia se les llama vulgarmente "luz", "radio", "voltaje", "corriente", ... ¿corriente? ¡Justo! Ya sabía yo que me estaba yendo por las ramas y no sabía cómo volver... La patente WO/2009/013374 de lo que habla es de "tranmisión bidireccional utilizando inyección de corriente" (en el suelo). Idea ¿y si patento yo la "transmisión bidireccional utilizando la luz, o la radio, o el sonido"? No dudéis que ya está patentado, aunque todo el mundo utilice el sonido para hablar (por ejemplo) sin pagar ninguna patente.

El caso es que la tranmisión por radio a través del suelo la utilizó por primera vez el sargento Ernest H. Hinrichs, americano de origen alemán, durante la Primera Guerra Mundial. Durante su destino en el frente francés, en 1917 desarrolló un sistema de comunicaciones entre trincheras, utilizando frecuencias entre 300 y 1200 Hz, consiguiendo enlaces de hasta 3 Km de distancia a través del suelo, utilizando antenas de hasta 1500 m y de pesados equipos, pero el caso es que funcionaba.

Posteriormente, en 1968 la Brigada de Bomberos de Londres vió la necesidad de un sistema de comunicaciones subterráneas para túneles, y la empresa Plenssey desarrolló y fabricó el sistema FIGARO (FIRE Ground Apparatus for Radio Operations), entrando en servicio en 1975 y probándose durante el desastre subterráneo Moorgate. Utilizaba tres canales de alta frecuencia (no muy alta para propagarse por el suelo), y usaban antenas de lazo y de líneas de cable tendidas por el suelo. El sistema no era perfecto, el tendido de las antenas muy importante para obtener comunicación, y después de 1988 cayó en desuso.

A principios de los 80, Bob Mackin, de la Universidad de Lancaster y miembro del "Cave Rescue Organization" en Clapham (North Yorkshire), pone en marcha el sistema Molefone, el primer sistema que se diseñó y usó exclusivamente para la comunicación subterránea en cuevas.

En definitiva, el promover la aplicación subterránea de la transmisión radio fue iniciativa de la British Cave Research Association (BCRA), y en concreto del grupo de trabajo denominado Cave Radio and Electronic Group (CREG). Es obvio que su motivación no era económica sino práctica: en la espeleología y en el espeleosocorro (rescate en cuevas) es fundamental la comunicación, bien sea alámbrica o inalámbrica, y es obvio que la inalámbrica tiene una ventaja indudable, por lo que les interesaba moverlo y para ello montaron dicho grupo.

Del grupo CREG salió el Heyphone, desarrollado en su mayor parte por John Hey, que le da nombre. Paralelamente, el grupo ADRASEC 38, compuesto por Paul Mackrill, Paul Rice y Graham Naylor desarrollaron el sistema Nicola, ambos muy similares y utilizando la misma tecnología como base: un campo inducido de 87 Khz en vez de radiado, lo que unido a la tranmisión por roca en vez de por aire permite que las antenas no sean demasiado grandes (50 m).

Explicación un poco más técnica, podéis ignorarla y pasar al siguiente párrafo, pero a mí me ha molado y por eso la pongo: La penetración de la señal depende de la longitud de onda de la radiación, y suele ser una distancia equivalente a ésta. La frecuencia con la que trabajan los equipos Heyphone y Nicola es de 87 KHz, y ésta implica una longitud de onda de 3.5 km, en el aire. Debido a la reducción de velocidad de la señal dentro de un medio rocoso, la longitud de onda se reduce hasta una fracción de la original, que dependiendo del medio será mayor o menor, lo que da una penetración máxima en torno a los 1000 metros.

Ambos sistemas, Heyphone y Nicola, son sin patentes y abiertos a cualquiera que esté interesado en su desarrollo y en sus posibles aplicaciones. Es un nicho, no es un mercado de masas, y si se ponen trabas lo único que se va a conseguir es encarecer el producto, pienso yo.

Bueno, pues aquí es donde entra la patente en ciernes, que es de la Universidad de Zaragoza y supongo profesores de la misma, que también supongo son los mismos que han desarrollado el sistema TEDRA, que es muy similar al Heyphone y Nicola, pero digital, español, fabricado y apoyado por Siemens España.

Por una parte, me alegro de que su trabajo se haya recompensado con unas buenas publicaciones, y una patente es una buena publicación, pero por otra parte no me deja de chirriar que patenten algo que ya se le ocurrió a alguien en 1917, simplemente añadiendo las palabras digital, DSP, FPGA, ordenador... que son trivialidades hoy en día, no me digan que es algo novedoso utilizar un DSP para construir una radio, o utilizar una FPGA para hacer un procesamiento o utilizar una radio para comunicar dos ordenadores. Todo ello son trivialidades, las han juntado y eso es una patente, una invención, algo novedoso, unas instrucciones supuestamente precisas, que deberían permitir a un experto en la materia reproducir, aunque no sea de forma óptima, lo que describe (esa es la definición de patente). Yo os animo a leerla, veréis que no hace más que describir un sistema de comunicaciones digital muy genérico. Cambiad la frecuencia, la modulación y codificación, la forma de la antena, hacedlo full-dúplex... y es un móvil.

Y el TEDRA, ese aparato del que ha salido la patente, ¿dónde queda? Según rumores que corren por ahí, Siemens ha abandonado su fabricación y destruido todas las placas fabricadas, porque no le ve ninguna rentabilidad, y no le falta razón... pero esa falta de rentabilidad no ha evitado que el Nicola se haya desarrollado y vendido... porque sus autores no buscan hacerse ricos con él, Siemens con las cosas que hace, sí.

Para acabar, me contesto: esta patente, además de para hacer currículum, puede servir para que los próximos Nicolas, que van a ser digitales y llevan en desarrollo varios años, tengan que pagar esta patente y su precio se incremente (y ya es elevado, debido a las pocas unidades que se fabrican) o no se puedan fabricar porque los dueños de la patente les demanden. No sería la primera vez que ocurre algo así.